Latin America social media and politics

Autor(es): Francisco SIERRA CABALLERO y Tommaso GRAVANTE
Universidad / Institución: COMPOLÍTICAS
Share
Print Friendly, PDF & Email

La participación ciudadana en Latinoamérica a través de las redes sociales es resultado de un largo y continuado proceso de apropiación social de las nuevas tecnologías que han marcado las conflictivas y contradictorias luchas por la democracia en la región ante la falta de canales de representación y visibilidad pública de un sistema privativo y en ocasiones de virtual monopolio dominante en los medios tradicionales o analógicos. El dominio del sector privado  y la integración del audiovisual bajo control de las principales operadoras de telecomunicaciones transnacionales dibujan un mapa de medios poco o nada favorable a los intereses de la población y a la apertura de canales de diálogo público. Si bien en la última década el cambio del mapa político regional ha propiciado el desarrollo de medios públicos y ciertos derechos de acceso de la ciudadanía, la pauta común es la ausencia de una esfera pública democrática y de un sistema institucional suficientemente sólido que sin duda debilita, como consecuencia, los continuados esfuerzos de algunos Estados por el desarrollo y profundización de la democracia cultural, en buena medida debido a la estructura sociopolítica del corporativismo y al subdesarrollo que han lastrado la historia nacional de la mayoría de los países de la región. Así, si se aplican los indicadores de la UNESCO en materia de Información, Pluralismo y Democracia, se constatan importantes déficits democráticos en la mayoría de países, considerando que el sistema de medios se define por un bajo nivel de circulación de periódicos y una alta dependencia del sistema televisivo, al tiempo que prevalece una continua instrumentalización privada y oligárquica de la información periodística, la gubernamentalización de los medios públicos, y el limitado desarrollo de la autonomía profesional de los informadores. Es en este marco donde las redes sociales alcanzan su proyección e importancia como medios o canales alternativos de información. Manuel Castells sitúa la centralidad de este tipo de comunicación política emergente en la nueva sociedad-red en el año 1994, a partir del levantamiento zapatista del EZLN en Chiapas, por representar, en cierto modo, una doble ruptura simbólica y mediática al coincidir, por un lado, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, a modo de crítica antagonista del modelo de integración económica y comercial con Estados Unidos; y, en segundo lugar, por hacer visible en el espacio mediático mexicano la realidad de la población indígena, históricamente marginada y excluida del espejo catódico pese al imaginario revolucionario que inspira la Constitución Federal desde principios del siglo XX. Ahora bien, la guerra de Chiapas no fue, en realidad, una guerra en Internet. En verdad, la era de las redes sociales y las luchas políticas en el ciberespacio tienen lugar en la región a partir de esta fecha en la medida que el EZLN organizaría años después el I Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996) donde por vez primera se sitúa en la agenda pública de los movimientos globales de la región el papel de Internet y las redes de resistencia contra la globalización capitalista. En el periplo de Seattle a nuestros días, el efecto zapatista proyecta hoy con el movimiento Yo soy 132 nuevas prácticas y formas de articulación política ciudadana contra los regímenes autoritarios desde una nueva lectura del espíritu McBride y los derechos culturales de la ciudadanía cultural latinoamericana, acorde con la configuración y la naturaleza del nuevo ecosistema de las redes distribuidas de información y conocimiento pensada desde el Sur y desde abajo.

Para leer más descargar el PDF.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *