“El espacio a la izquierda del PSOE es la garantía de que España nunca llegará al 5% en defensa”

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En una semana enredada en el debate de las cifras del incremento de gasto en defensa, Francisco Sierra reivindica la salida de la OTAN, ese «no» a la organización que articuló en 1986 el nacimiento de Izquierda Unida. Lo hace convencido de que el tiempo le ha empezado a dar la razón frente a un plebiscito reñido en el que la opción de permanecer en el club se impuso por el 56,85% de los votos.

Catedrático de Teoría de la Comunicación de la Universidad de Sevilla, Sierra (Granada, 1969) es diputado de IU por Sevilla y una de las voces que exigen desde la amalgama de fuerzas que aún conforman Sumar una posición más rupturista del PSOE frente a lo pactado en la cumbre de La Haya.

«La OTAN es una organización que ha impulsado una política imperialista contra el derecho internacional y fomentado la guerra y la economía de guerra de EEUU. Y una organización antidemocrática y responsable de muchos conflictos ilegales desde el punto de vista del derecho internacional», señala Sierra en una entrevista a El Independiente.

P.- ¿Cómo se ve hoy la OTAN desde la izquierda?
R.- Estamos en un momento de encrucijada en un doble sentido: existe un proceso destituyente y de destrucción del sistema de Naciones Unidas por parte de Trump con unos conflictos abiertos que son la muerte del derecho internacional y el derecho humanitario; y ha habido una escalada desde la caída del muro de Berlín hasta nuestros tiempos en el papel de la OTAN. No solo ha habido una ampliación hacia el espacio del antiguo bloque del Este sino que también tiende a arrogarse competencias que no estaban en el propio Estatuto Fundacional de la Alianza Atlántica: intervención en desastres naturales o intervención en territorios que están fuera de su área de intervención. Ahora directamente una organización que ha incumplido el derecho internacional y es responsable de guerras contra el derecho internacional público y atentados a la violación de derechos humanos se convierte en una organización que está coaccionando a los países europeos para financiar el déficit de deuda que tiene EEUU.

P.- ¿Lo considera un secuestro?
R.- Es un chantaje en toda regla y una política no de presión, sino de amenaza. Los que hemos estado en las posiciones de Izquierda Unida siempre hemos dicho que es una organización que, tras la caída del Pacto de Varsovia, tenía que desaparecer. Y no solo no ha desaparecido, sino que se ha incrementado. Además, se ha demostrado en los últimos tiempos, no solo con la administración Trump, sino con documentos e informes que EEUU y la OTAN no son nuestros aliados, que han estado actuando para lograr la destrucción del proyecto de integración de la Unión Europea. Se logró con el Brexit y e una estrategia deliberada. Ahora se está tratando de negociar de manera bilateral, como siempre ha hecho EEUU. Y evidentemente a costa del modelo de bienestar del Estado Social y de Derecho, que daba sentido al proyecto federal europeo. La OTAN no solo es una amenaza para la paz, el bienestar y el desarrollo de los europeos, sino también para la propia soberanía política, no de Europa como proyecto supranacional, sino de los miembros de la OTAN.

Lo más sensato, ya no de una posición de izquierdas sino desde una soberanista autónoma, es salir de la OTAN y pedir también su desaparición. Hay otras formas. En IU hemos hablado de una política securitaria propia en Europa. Hay propuestas en este sentido desde hace décadas.

P.- ¿Y es una alternativa posible con una comisión liderada por Ursula von der Leyen?
R.- Evidentemente, no es posible con esta Comisión Europea ni con la arquitectura de Maastricht. No es posible con fuerzas políticas llamadas patriotas que, en realidad, son representantes del protectorado bajo dominio colonial de Estados Unidos. No lo es con esta configuración o mapa político. Lo que no es posible ni sostenible es el modelo que quiere implantar el chantaje. No es sostenible la financiación que pide ni tampoco el proyecto estratégico que tiene EEUU y que solo pasa por la pobreza, el endeudamiento y la destrucción de la UE, que ya prácticamente está liquidada y sin perfil propio. Las declaraciones recientes de Von der Leyen son vergonzosas y de una irresponsabilidad absoluta. Es cómplice de los crímenes de lesa humanidad, con el genocidio y con la estrategia de Israel y su aliado de EEUU en la eliminación, ya no solo de Palestina, sino otros países de la región. La guerra asimétrica es una doctrina política militar del Pentágono.

P.- Entiendo que a usted la nueva exigencia del 5% le parece un intento de rescate de EEUU…
R.- Claramente. El proyecto de financiación de la OTAN busca resolver la salida a la crisis de un imperio en decadencia. El proyecto de Trump no tiene viabilidad. La economía política de EEUU es una economía de guerra. En los años 90, después de la guerra del Golfo, hay un cambio de modelo de guerra. Se externaliza la guerra. Están los mercenarios, las fuerzas irregulares, los socios y luego el negocio de la reconstrucción. Existe un proceso especulativo y financiero vinculado a Wall Street y a la industria de armamento; hay otros actores que entonces eran secundarios y ahora son protagonistas como Israel, que es el principal actor en la industria de armamento y de seguridad. En la subcomisión de Ciberseguridad del Congreso de los Diputados, el argumento del bipartito, PP y PSOE, es que tenemos una dependencia tecnológica de Israel y de EEUU. Yo considero que se es dependiente porque se quiere serlo. Porque los países que no han querido, y en la historia de las tecnologías, tenemos desde países como la India a Brasil, que incluso con dictaduras, desarrollaron un proyecto de soberanía tecnológica para no depender totalmente y tener cierta autonomía estratégica de EEUU.

P.- El debate de esta semana ha estado centrado en una guerra de porcentaje en torno a la cumbre de la OTAN. Del 2,1% de Sánchez al 3,5% de Mark Rutte…
R.- No debería ser ese el debate. Nosotros queremos dar un giro en 180 grados, un giro radical. El debate no es porcentaje, el debate es modelo securitario, autonomía estratégica y ni siquiera industria militar propia, sino qué inversión para qué recursos. Y evidentemente, eso pasa por salir de la OTAN y plantear otro modelo diferente. Ahora nos piden el 5%, mañana qué van a pedir.

P.- Muchos podrían responderle que al final IU y Sumar pertenecen a un Gobierno que se compromete con la OTAN a cumplirlo aunque de un modo flexible…
R.- Nosotros somos la garantía de que no se va a llegar nunca al 5%, porque con esta correlación de fuerzas no habrá un gobierno de coalición. Como se plantee en estos términos, evidentemente nosotros no estaremos en un gobierno con una organización que nos hipoteca y que está defendiendo y justificando el genocidio. En este Gobierno ha habido cambios en posiciones respecto a Palestina pero la correlación de fuerzas es la que es. Nosotros vamos a trabajar para que esa mayoría, que era mayoría social en España cuando el referéndum contra la incorporación a la OTAN, se manifieste en el número de diputados. Sabemos que en un gobierno de coalición hay que ceder. Y no solo en política exterior donde es evidente que en el caso del Sáhara o de la OTAN no compartimos lo mismo. Pero también en vivienda y política económica, donde cada conquista para los trabajadores nos cuesta la misma vida. La cuestión es ponderar si merece la pena. Yo creo que sí. Lo que no es muy sensato, es una postura maximalista. Si no asume mi programa, no negocio. Eso es prepolítico, antipolítico y no es razonable.

Si no estuviéramos, evidentemente no se habrían logrado los avances. Y si no estuviéramos en el Gobierno, tampoco se hubiera reconocido el Estado de Palestina, ni tampoco se hubieran hecho gestos para personarse en la causa del Gobierno de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia. Y, por tanto, en esa línea vamos a seguir avanzando para girar las posiciones progresistas y de izquierda al PSOE, que sabemos la tradición de Suresnes que tiene, de traición al pueblo saharaui, de traición a las causas de coloniales y de liberación de los pueblos de los países de sur. Como sabemos esa historia, la única forma es la presión.

P.- ¿Se fía del PSOE cuando dice que ha llegado a un acuerdo con la OTAN?
R.- Conocemos exactamente el ADN liberal y conservador que ha prevalecido desde Felipe González en el PSOE y trabajamos en la gestión del conflicto. Lo hemos demostrado cuando han recalado en España barcos con armas hacia Israel o en el asunto de los contratos de armamento del Ministerio del Interior con Israel. La política es el arte de lo posible, aunque nosotros seamos una formación con un proyecto emancipador y utópico. Sabemos cuál es la tradición del Partido Socialista en política internacional. Y ahora lo que tienen difícil es retratarse con fuerzas que son de extrema derecha, con un Gobierno de EEUU que está organizando una recomposición del orden internacional. Nuestra ciudadanía percibe que EEUU es una amenaza para nuestra libertad y para nuestra democracia.

Que nos digan qué tenemos que gastar de las cuentas públicas, atacando sistemas de pensiones, educación pública, sanidad pública, hipotecando el futuro de las próximas generaciones no solo es un disparate y una ocurrencia de Trump, sino una estrategia de sometimiento y subalternidad. Hemos denunciado el tecnofeudalismo y la estrategia imperialista de EEUU y en esas posiciones lo que tiene que hacer el PSOE es moverse. Nosotros estamos caminando en la dirección correcta. Son ellos los que tienen un problema, porque la ciudadanía ya lo percibe.

P.- Le planteo un ejercicio de ficción. ¿Qué posición tendría el gobierno hoy si fuera monocolor del PSOE?
R.- No estaría manteniendo la posición pública que ha mantenido ahora, claramente. Si no depende de la aritmética parlamentaria de nuestra fuerza y no estamos en el Gobierno, el discurso de Sánchez  no iría más allá de la coyuntura ahora difícil de este golpe blando que nos están escenificando las derechas. Que el PSOE asumiera el discurso de la OTAN fue un error histórico. Se está demostrando ahora de manera muy clara.

P.- El eslogan histórico -OTAN no- tenía una segunda parte: bases fuera. ¿Qué futuro tienen Rota y Morón?
R.- Hemos pedido ya que no utilicen las bases en el conflicto de Palestina, porque hemos visto movimientos anómalos en la base de Morón y de Rota. Son imprescindibles para la estrategia logística de mantenimiento de la guerra. Presentamos una ley para fiscalizar los atraques de barcos con destino al tráfico de armas. Teníamos una laguna jurídica. Vamos a presentar una normativa que cuando haya una resolución de la Corte Internacional de Justicia saber qué organismo dentro del Estado tiene las competencias para velar, supervisar el cumplimiento de estas exigencias.

P.- ¿Asistiremos a la salida de EEUU de Rota y Morón?
R.- Creo que sí aunque no me atrevo a poner un horizonte. La crisis que estamos viviendo es muy compleja.

P.- Si esto se lo preguntamos a Margarita Robles, evidentemente diría que es imposible…
R.- No es cierto que sea imposible. Lo que no hay es voluntad política. Evidentemente no vas a cambiar un sistema de dependencia tecnológica, securitaria, en pocos años. Pero si no empiezas a caminar, es lo que hay. La realpolitik conservadora de Margarita Robles o de otros representantes del Gobierno no es lo que espera la ciudadanía.

P.- Se cumplen pronto los dos años de gobierno de coalición. Me pregunto si a veces considera insoportable esta cohabitación…
R.- Es la primera vez en la historia de España y hemos estado muy acostumbrados a las mayorías absolutas o a la mayoría simple, pero holgada. Y eso, desde el punto de vista de salud democrática, no es bueno. Es verdad que es difícil convivir. Hemos tenido también experiencias autonómicas con el PSOE, que en el caso de Andalucía, no son precisamente para recordar. Pero dicho esto esto recupera la esencia de nuestro modelo pluralista de Estado.

P.- Si uno escucha a Podemos, siempre termina denunciando lo que consideran la escenificación del «pataleo» de Yolanda Díaz ante el PSOE…
R.- La opinión pública internacional de los propios socios europeos es que el español es un gobierno radical y extremista. Creo que el problema es cuando te centras en el pasado y en el presente y no miras al futuro. Lo importante es que con los compañeros de Podemos nos encontremos en la defensa de la paz o en la calle y hacia dónde caminamos. Podemos discutir los tiempos y el método, pero vamos en la misma dirección y, por tanto, no cabe ninguna disputa en ese sentido. Lo que habría que establecer son estrategias de alianzas.

P.- En el caso de nuestra seguridad, usted considera que Rusia no es un enemigo. ¿Lo es Marruecos?
R.- En la lógica que nosotros defendemos de diplomacia pública, Marruecos no es un socio fiable. No compartimos la posición del PSOE ni del ministro Albares en modo alguno. Estamos indignados y hemos llevado muchas iniciativas en defensa al pueblo saharaui, del derecho de autodeterminación y del cumplimiento de la resolución de Naciones Unidas respecto a los territorios ocupados. Nuestra posición es firme. Igual que hemos cuestionado el chantaje de Trump, no vamos a permitir que un Gobierno limítrofe como Marruecos marque la agenda política de nuestro país, porque evidentemente va a afectar a nuestras relaciones exteriores como lo está haciendo, y también a los derechos del pueblo hermano saharaui, que son connacionales. Tenemos un deber histórico y moral. No diría que es un enemigo pero sí un no aliado, al contrario de lo que sostiene la política exterior del Gobierno liderada por Albares. Nosotros cuestionaríamos esa alianza estratégica y pondríamos en cuarentena la política de cooperación respecto a Marruecos, no solo respecto a los territorios ocupados, sino también respecto a su papel en el territorio, en todo lo que sería la región, como valedor de los intereses imperialistas de la OTAN y de Estados Unidos. Y en eso, estamos por democratizar y lograr derechos para el pueblo marroquí e ir avanzando en relaciones amistosas.

Sumar pide a RTVE que no venda «motos de la OTAN» y levante el veto a la información sobre el Sáhara

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Izquierda Unida, integrada en el grupo plurinacional de Sumar, pedirá el lunes al presidente de RTVE José Pablo López que la corporación deje de “vender motos de los kit de supervivencia” de la OTAN y levante el veto a la información sobre el conflicto del Sáhara Occidental en la programación del ente público. Trasladará el ruego aprovechando su comparecencia periódica en la comisión mixta de control parlamentario de RTVE.

“Hay que exigir que los medios públicos cumplan su labor de defensa de la paz, del derecho internacional humanitario y que no nos vendan relatos y motos de la OTAN sobre el kit de supervivencia”, señaló Francisco Sierra, diputado de Sumar, en la jornada “Cómo poner el conflicto saharaui en la agenda informativa” celebrada este viernes por la asociación Frontera Cero en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.

Sierra, portavoz de Sumar en la citada comisión mixta, calificó a la OTAN de “organización criminal terrorista que vulnera sistemáticamente el derecho internacional y que debiera haber desaparecido hace tiempo” y que, a su juicio, “opera en guerras como la de Ucrania para destruir la Unión Europea como competidor”. “Nosotros como Izquierda Unida, como grupo parlamentario de la izquierda plurinacional, hemos sido claros y tajantes a este respecto”, deslizó Sierra, catedrático de teoría de la comunicación de la universidad hispalense.

“El lunes tenemos una sesión de control de RTVE y justamente voy a exigir al presidente de la corporación que se acaban los kit de supervivencia y que hable de lo esencial: del derecho humanitario del pueblo saharaui, del derecho humanitario del pueblo palestino, es decir, de la hoja de ruta que marca la Unesco y el propio libro estilo de RTVE”, avanzó. “Se debe fomentar el diálogo entre los pueblos, la cultura de paz y la defensa de los derechos humanos. Ahí tenemos un frente por desarrollar, porque aunque hay editores que toman decisiones contrarias y establecen cercos, los redactores tienen una grieta donde podemos intervenir en la creación de fuentes”, apuntó al abordar los diez ejes sobre los que considera que se puede actuar para situar en la agenda informativa conflictos invisibles como el del Sáhara Occidental.

La «segunda traición» del PSOE y el veto en RTVE

Durante su intervención, Sierra denunció lo que considera el veto existente en la televisión pública para informar sobre el Sáhara Occidental, en el marco de un histórico cambio de posición en el conflicto del Sáhara Occidental que calificó de “segunda traición” del PSOE a los saharauis tras la inicial de Felipe González. “El bloqueo informativo y la propaganda marroquí ha relegado prácticamente el conflicto del Sáhara Occidental. No está en la agenda de la prensa internacional y evidentemente la presión sobre Marruecos para cumplir las resoluciones de la ONU es inexistente porque un problema que no se enuncia ni aparece deja de ser un asunto público, por tanto, no hay acción política”.

“Se ha logrado la deslegitimación de la causa en los medios por razones incluso espurias. Si hablamos de la prensa española, por razones de realpolitik. Es tanto como decir que con la Realpolitik no debe haber derecho alguno, internacional, humanitario, ni derecho público por razones pragmáticas. Se trata de un disparate pero a esos extremos se ha llegado en las diferentes tertulias. Y la censura de la violación de derechos humanos y los territorios ocupados perpetúa la impunidad de Marruecos, silenciando la voces de activistas, especialmente de valientes mujeres y la lucha en general del pueblo saharaui y de las organizaciones sociales de solidaridad y de activismo que defienden una causa justa. Esto ha tenido coste también para el Estado español”, detalló.

El silencio de su socio de coalición, advirtió Sierra, está vinculado a una posición más general en asuntos internacionales y de apuesta por las alianzas tradicionales. “El PSOE históricamente ha mantenido una posición otanista y de apuesta por la guerra. Tenemos que avanzar en este escenario en el que por fin han descubierto y han visto la luz muchos europeos, incluso de derechas, de que no somos aliados de Estados Unidos y que no somos fiables para Estados Unidos”, arguyó.

El «sector derechista» del Gobierno de coalición

Sierra presumió del papel de Izquierda Unida en la rescisión del contrato del ministerio del Interior con una empresa militar israelí para la compra de munición.”En el caso de Gaza la acción de Izquierda Unida ha garantizado no solo lo que sucedió esta semana, sino que muchos de los atraques que hay de barcos con dirección a surtir de armamento la guerra contra el pueblo de Gaza día a día se denuncien en la Audiencia Nacional”, subrayó.

Una labor que -considera- ha puesto en aprietos al “sector derechista del Gobierno”, representado por los ministerios de Defensa e Interior. “Tienen serios problemas y también Exteriores respecto a la posición en el genocidio que se está desplegando contra el pueblo palestino”, indicó.

Firme defensor del activismo para sacar del ostracismo causas como la saharaui, Sierra apostó por introducir sanciones contra la desinformación en el plan de acción que elabora el Gobierno. “Sanciones a los periodistas, con modificación de Código Penal, para que cuando desinformen, manipulen, cosa muy habitual en España entre la prensa, tengan responsabilidades penales, civiles que son insuficientes a día de hoy con todo lo que encontramos en los medios. Esto podría permitir que se sancionen a determinados medios y periodistas que han actuado como agentes de Marruecos en defensa de intereses ilegítimos desde el punto de vista del derecho internacional”, concluyó.

Presentación del libro: «Economía Política de la Comunicación y Estudios Culturales en América Latina»

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Presentación del libro: «Economía Política de la Comunicación y Estudios Culturales en América Latina», de Francisco Sierra Caballero y Carlos del Valle Rojas (Eds.).

Editado por ACCI.

Presentan: Javier Moreno (Fundación de Investigaciones Marxistas) y Francisco Sierra.

Modera: David Moreno.

Seminario Permanente de Teoría Crítica

Viernes 31 de enero, 2025. 20:00.

La Fuga Librerías (C/ Conde de Torrejón, 4, Acc. Sevilla)

Francisco Sierra: «La ley de barrios vulnerables es una necesidad objetiva, de justicia social»

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Francisco Sierra, parlamentario de Sumar por Sevilla, junto a sus compañeros de la oficina parlamentaria de IU en Andalucía, ha trabajado en un proyecto que hasta ahora no se había planteado en el Estado: la creación por ley de un fondo, vinculado a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que trate de resolver los problemas, innumerables, en los barrios más empobrecidos.

El grueso de ellos, según el INE, diez de quince, se ubican en Andalucía. Para Sierra, según expresa en esta entrevista, estos barrios existen por dos razones fundamentales. Por un lado, la lógica de producción del sistema que, a juicio del diputado, «lo que nunca denuncia o aborda, lo que siempre deja oculto, es que produce miseria, desigualdad y marginación».

Y, por otro, la falta de implicación efectiva de las administraciones. El diputado considera así que esta ley es «una necesidad objetiva, clara y evidente, de justicia social».

P. Llevan mucho tiempo trabajando en esta ley. ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración?

R. Este proyecto forma parte de lo que podríamos denominar como constitucionalismo colaborativo. Decidimos diseñar una ley trabajando en el territorio, con participación del movimiento vecinal, de los propios ciudadanos, con la idea de hacer primero un diagnóstico, aunque se han hecho ya muchos en los barrios empobrecidos, olvidados, ignorados… Queríamos que la ley viniera del trabajo con la gente que durante décadas viene sufriendo la segregación urbana, la marginación territorial.

El diseño ha sido participado también con la plataforma de barrios vulnerables que se ha ido construyendo a partir de una red de barrios ignorados en Andalucía. A partir de ahí construimos en la oficina parlamentaria de IU en Andalucía las condiciones para que esa plataforma liderara el proceso. Ha habido un equipo técnico y ha habido una participación en el territorio. De los quince barrios más pobres del Estado, están concentrados diez en Andalucía.

Hemos ido recogiendo las experiencias de otros proyectos. Hay territorios a nivel estatal, como Catalunya, que han tenido experiencias de intervención en barrios que han sufrido situaciones de segregación territorial urbana. A nivel de ley, estatal, nunca ha habido un proyecto en esta línea. Luego, hemos tenido que construir jurídicamente las condiciones para que la norma cumpliera con las condiciones del Estado autonómico: las competencias son básicamente locales y autonómicas.

Han participado fundamentalmente representantes del movimiento vecinal y también educadores y trabajadores sociales que durante décadas han venido trabajando en el territorio.

No es una iniciativa legislativa popular, pero digamos que es algo similar en el sentido de que esa plataforma de barrios vulnerables han sido los protagonistas. En mi caso como diputado, y en el caso del grupo parlamentario, lo que hemos hecho es vehicular y coordinar que [ese trabajo] tenga ese registro en sede parlamentaria y la forma jurídica.

P. Ahora les toca trabajar el recorrido de la ley. ¿Cómo ha sido recibida? ¿Qué ‘feedback’ han recibido?

R. Registramos. Ahora viene ese proceso de calificación. En el proceso de debate, hemos tenido dos interlocuciones con los grupos. La receptividad ha sido buena. Una en el Congreso, en una sesión dentro de la Comisión de los objetivos de desarrollo sostenible, la Agenda 2030. Ahí estuvieron representadas todas las fuerzas políticas excepto Vox, que no cree en la agenda 2030, está en contra, y no asiste regularmente. Tanto los representantes del PSOE como del PP fueron muy receptivos a la propuesta y esperamos que sean coherentes. La ley es una necesidad objetiva, clara y evidente, de justicia social.

Luego, en las últimas jornadas, hubo una representante del PSOE, la senadora Eva Bueno. Damos por hecho que [va en] la línea del Gobierno de coalición progresista, aunque el PSOE no lo lleva explícitamente en el programa, y que las fuerzas de la investidura lo apoyarán. Tengo dudas respecto a que harán Junts y el PNV. Los vecinos llevan esperando esta ley durante décadas y deseamos que los parlamentarios se ocupen de verdad de la gente.

P. La ley plantea un fondo vinculado a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). ¿Han hecho algún tipo de cálculo para saber qué cantidad haría la ley eficaz?

R. Puede desarrollarse un reglamento en cuanto a indicadores, criterios de pertinencia y cantidades. Quisiéramos que los proyectos de esta ley financien programas plurianuales, como sucede en el caso de los fondos europeos. Si seguimos la Agenda 2030, en torno al 1% del PIB debería dedicarse para eliminar un objetivo básico: la reducción de la pobreza.

Los PGE no cubrirían la totalidad, porque la ley contempla que haya también fondos europeos y fondos autonómicos. Hay un compromiso de llevar esta ley al Parlamento andaluz para que haya un compromiso de la Junta de Andalucía, que no existe hoy por hoy.

La pobreza tiene varias facetas: una faceta que tiene que ver con lo estrictamente económico, de empleo, de condiciones de vida. Luego, hay que hacer una inversión en infraestructuras, en servicios públicos, en rehabilitación de la vivienda, en planes de educación, en seguridad, en convivencia y todo eso sostenido en el tiempo. En todos los diagnósticos hemos visto que se ha invertido mucho dinero pero han sido programas sectoriales puntuales y episódicos, que se terminan cuando termina el presupuesto.

Por eso exigimos cooperación entre las distintas administraciones públicas y también que sean programas intersectoriales, que no se aborde solo el empleo o la seguridad, sino que se haga un abordaje integral.

P. ¿Por qué existen estos barrios? ¿Son una una consecuencia del sistema económico y de la falta de implicación de las administraciones?

R. Hay un primer punto de base: la lógica de producción del capitalismo lo que nunca denuncia o aborda, lo que siempre deja oculto, es que produce miseria, desigualdad y marginación. Por ejemplo, en los tiempos de la crisis financiera internacional se generó una concentración alta de riqueza y una ampliación del número de familias y de territorios pobres. Y en esos territorios pobres las políticas públicas siempre han tendido desde la modernidad a ocultar, segregar e invisibilizar la pobreza. Y en los tiempos neoliberales también se ha criminalizado la pobreza.

Siempre se ha afirmado que en España la crisis puso en grave peligro el Estado de Bienestar, pero algunos afirmamos que en España no ha habido un Estado pleno de Bienestar. Ha habido un Estado de Malestar. No se ha desarrollado plenamente el Estado del Bienestar. Por ejemplo, Ciencia y Universidad: la inversión en ciencia y universidad en este país está muy por debajo de la media europea, como en sanidad, como en los medios públicos, como en muchos sectores estratégicos. No hemos desarrollado plenamente el Estado Social de Derecho y el Estado de Bienestar en los pilares básicos.

El abandono del Estado y de las Administraciones Públicas ha [derivado] en una realimentación de la pobreza. Cuando este país ha dependido no solo del turismo, sino también del ladrillo, esos procesos de especulación urbana han generado una mayor segregación territorial. Esto nunca se estudia, por más que se ha tomado ese modelo de la innovación, de las Ciudades Creativas: la gentrificación genera también espacios urbanos desconectados, lo que el sociólogo Scott Lash denomina territorios muertos, territorios en los que no hay actividad, intercambio, movilidad… No hay nada. Son territorios desconectados de la vida.

Esto se ha dado históricamente desde la modernidad capitalista en todos los países, pero hay que señalar que especialmente en España los procesos de especulación inmobiliaria y la propia estructura económica española han generado también grandes bolsas y territorios marginales y esto [ha sucedido] en todas las comunidades, pero especialmente en Andalucía por el nivel de renta.

El encarecimiento de la vivienda es muy desproporcionado. Los procesos de especulación expulsan a la población y determinan un territorio. Los dos factores son determinantes: el olvido de la Administración Pública y una lógica económica que especula con la vivienda y provoca marginación.

P. Elección tras elección aparecen en estos barrios unas cifras altísimas de abstención ¿Cómo analiza ese fenómeno?

R. Habría que hacer una autocrítica desde la izquierda. Defendemos la justicia social y la igualdad y estamos comprometidos con los sectores más vulnerables, con las capas populares. Habrá que formular por qué ese voto no se moviliza, porque a la derecha le viene bien que ese voto no se movilice. En los barrios acomodados de Sevilla van a votar disciplinadamente y el nivel de participación es muy elevado. En los barrios populares y más marginados, en los que se concentran las clases obreras y los sectores populares, la abstención es notable.

La izquierda debe empezar a trabajar en los barrios vulnerables, debe estar a pie de calle y debe trabajar con esos sectores, como siempre ha hecho desde el surgimiento de Comisiones Obreras, como ha hecho la izquierda clásica, [siempre] vinculada a los movimientos sociales, con la gente que más lo necesita: en las luchas contra los desahucios, en las luchas por la sanidad pública, por la educación, por la vivienda, contra la desigualdad y exclusión social. Ahí es dónde tiene que estar [la izquierda]. [En los últimos tiempos] es muy urbanita, muy concentrada en los espacios de gentrificación y no aborda, digamos, de frente, la realidad de los sectores populares, sea en los barrios vulnerables, sea en el ámbito rural.

Un replanteamiento de la política de la izquierda para movilizar ese voto exige mucha pedagogía democrática en el sentido gramsciano de estar trabajando la cultura, la cultura política y la educación democrática. [Hay] sectores que han desconectado también porque han perdido la esperanza y porque no han sido escuchados. Uno de los elementos de la escucha activa necesaria en la izquierda es dialogar, transformar el lenguaje y la práctica política en compañía de la gente, de la gente común. Ese el programa político que tenemos que llevar.

Si no se movilizan esos sectores, este país no se va a cambiar. Todos los derechos que se han logrado han sido fruto de las luchas de los sectores populares. Esto es un aprendizaje de la historia muy evidente. Esos barrios y estos sectores son una fuerza de transformación que está por trabajar y explorar en la izquierda.

P. ¿Está de acuerdo con las tesis de Antonio Maíllo, coordinador de IU? ¿Cree que la izquierda debe acudir unida a las próximas elecciones?

R. Sin ninguna duda. La alternativa de transformación de este país pasa por la unidad de la izquierda. Eso no debe ser objeto de discusión. Hay un espacio político en la izquierda plural, plurinacional, que debe ser articulado con método, con criterio y con voluntad política. Tengo serias dudas de que algunas fuerzas políticas de ese espacio tengan una vocación unitaria.

Se ha afirmado en otros debates la hipótesis italiana, un país en el que había una izquierda transformadora, la más numerosa, potente y organizada de toda Europa Occidental, el Partido Comunista Italiano: [ahora hay] un Gobierno de extrema derecha y una irrelevancia estatal de la izquierda por su desunión o por fragmentación territorial a nivel local.

Necesitamos una unidad y un proyecto articulado. Ahí, primero, hay que expresar esa voluntad. Segundo, es necesario abrir un debate en términos de construcción de frente amplio. Por tanto [un espacio] de participación popular de la gente: cómo construir esa alternativa unitaria de la izquierda. Unitario no significa uniforme, significa unidad de acción, como han hecho los sindicatos en la lucha para la defensa de los trabajadores.

Tenemos que tener primero la voluntad política de pasar de la fase de coalición a la constitución de espacios. [Esto] ha tenido éxito en Uruguay: el frente amplio en el que, con la autonomía de cada fuerza política, hay una convergencia político-electoral que garantiza un gobierno de progreso y políticas transformadoras.

[Hace falta un nuevo] método que abra el espacio a la participación de la gente, a un proceso constituyente y unitario de todos los actores, de todas las fuerzas políticas desde abajo, desde la participación y el diálogo con un programa mínimo común que se establezca y con garantías de que se haga sostenible en el tiempo en esa iniciativa unitaria.

P. ¿Y en el caso andaluz?

R. Hemos trabajado por esa unidad de la izquierda en Andalucía. Sebastián Martín Recio y yo hicimos, como mediadores, todos los esfuerzos posibles. No podemos sostener más tiempo un Gobierno como el de Moreno Bonilla, que se presenta como moderado, pero es tan ultra como Ayuso. [Ahí están] las políticas de financiación de la sanidad pública, de privatización de la salud y esa proliferación de universidades privadas que no tienen la mínima garantía. Ahí se ve, en los dos pilares básicos, la educación y la sanidad, la voluntad política.

No nos lo podemos permitir, entonces. Hay que hablar con todos los actores, hay que hablar con el andalucismo progresista, con los compañeros de Adelante Andalucía, con los compañeros de Podemos. Tendremos que sentarnos y hacerlo con tiempo. No podemos estar improvisando. A la gente no se le pueden dar coaliciones y alianzas electorales coyunturales, que son una suerte de oportunismo político para ser votados. La gente quiere firmeza, consistencia y claridad. Dentro de la diversidad se puede trabajar de manera unitaria en un programa mínimo común.

¿Si coincido con las tesis de Maíllo? Claramente. Si no hay un proceso unitario en la izquierda, esta política de fragmentación va a beneficiar, siempre ha sido así, a la derecha. Viendo las lecciones [de la historia] y siendo la excepción ibérica en el contexto europeo, lo que tenemos que ir es justamente a profundizar en las condiciones que hicieron posible el entusiasmo, la esperanza que generó el 23J: en este caso, en clave andaluza para garantizar una candidatura creíble y unitaria de todas las fuerzas desde la pluralidad.

SUMAR reclama en el Congreso una solución integral a los cortes de luz en los Barrios de Andalucía

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El diputado Francisco Sierra presenta en el plenario del Congreso de los Diputados la Propuesta de Ley sobre medidas urgentes para garantizar el abastecimiento energético en los barrios que están sufriendo cortes en el suministro de la electricidad y reforma integral de los barrios con menor renta.

Sumar lleva al Congreso medidas «urgentes» por los asentamientos de migrantes en Huelva

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El diputado nacional de Sumar Francisco Sierra ha visitado este viernes los asentamientos de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva) para ver «el estado de cumplimiento de los acuerdos de Doñana» que añaden «mejoras a las condiciones de vida de los temporeros que viven en asentamientos» y ha anunciado que llevará al Congreso «medidas urgentes» para que «se cumplan los derechos humanos».

Leer más: https://www.europapress.es/andalucia/huelva-00354/noticia-sumar-lleva-congreso-medidas-urgentes-asentamientos-migrantes-huelva-20241122170222.html

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El Congreso aprueba «medidas urgentes» para garantizar la energía en el Polígono Sur, Los Pajaritos y Amate

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El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves, con 170 votos a favor, 144 abstenciones y 33 votos en contra, la proposición no de Ley promovida por Sumar en demanda de «medidas urgentes para garantizar el abastecimiento energético» en barrios con interrupciones en el mismo y la «reforma integral de los barrios con menor renta«, con mención expresa al Polígono Sur, Los Pajaritos y Amate, los barrios de menor renta neta media anual por persona según las estadísticas oficiales y donde Endesa y una auditoría externa encargada por la Junta atribuyen las incidencias a acometidas ilegales a la red para alimentar cultivos interiores de marihuana.

En dicho texto, fruto de una plataforma andaluza de trabajo ciudadano y recogido por Europa Press, Sumar señala que «Andalucía se enfrenta a la dramática realidad de tener los barrios más pobres de España», extremo que refleja el estudio anual de Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que identifica a los barrios con menor renta, con este informe en el que anualmente Sevilla concentra seis de los 15 barrios de España con menor renta neta media anual por persona, con el Polígono Sur a la cabeza.

«Año tras año, los barrios más pobres de España son andaluces, lo que confirma el carácter estructural de la situación de exclusión social que padecen«, señala la proposición no de ley, agregando que «estos barrios sufren la falta de inversión pública, la segregación urbana, el paro y la precariedad laboral, la falta de servicios públicos, bajos niveles formativos, inseguridad ciudadana, graves problema con los servicios básicos esenciales, con cortes de luz, calles sin mantenimiento, deficiencias en la recogida de basura, etcétera, con una intensidad que vulnera los derechos humanos más elementales«.

Peticiones

Es por ello que con esta proposición no de ley, Sumar solicita que el Gobierno central, conformado por el PSOE y la propia coalición de izquierdas, emprenda «medidas para garantizar el abastecimiento energético a los barrios que están sufriendo cortes en el suministro de la electricidad por parte de las compañías eléctricas, así como para hacer efectiva la obligación que tienen de modernizar sus infraestructuras eléctricas«, pues en el caso del Polígono Sur, por ejemplo, mientras la empresa achaca los cortes a las acometidas ilegales a la red, los colectivos sociales le recriminan una supuesta falta de inversiones.

El documento de Sumar apuesta además por promover «un proyecto de ley de rehabilitación integral de los barrios con menor renta, tal como recogen los Indicadores Urbanos del INE».

Para ello, la coalición de izquierdas reclama «concretar e identificar los barrios prioritarios para las actuaciones integrales de regeneración y renovación urbana en función de los datos objetivos ofrecidos por el INE para llevar a cabo las actuaciones de rehabilitación global sobre el parque de vivienda social, especialmente sobre las viviendas construidas con anterioridad a 1980″.

«Medidas urgentes de regeneración»

«En todo caso», según la proposición no de ley, «se establecerán medidas urgentes de regeneración y renovación urbana para los tres barrios con menor renta de España: Polígono Sur, Los Pajaritos y Amate», todos ellos en Sevilla.

Esta proposición no de ley fue defendida el pasado lunes en el Congreso por el diputado sevillano de Sumar Francisco Sierra, quien lamentaba el «intolerable abandono histórico» que sufren múltiples barrios «ignorados» en Andalucía, con mención expresa a los «tres barrios más pobres» del país, localizados en Sevilla, por lo que llamaba a «cumplir» con la ciudadanía que «resiste y sobrevive» en estas barriadas, víctimas del «oligopolio eléctrico» y de autoridades que «no responden cuando se les requieren». Por eso, pedía «alternativas reales y concretas» para estos barrios.

En del debate plenario con motivo de las enmiendas promovidas por los grupos parlamentarios, Carlos Hernández Quero, de Vox, avisaba a los partidos de izquierda que «ya nadie les cree, y menos en los barrios» desfavorecidos, conectando la carestía de estos entornos urbanos con el supuesto empeño del Gobierno del PSOE y Sumar de «quitar músculo a la hacienda» nacional con la financiación singular de Cataluña, promovida por «la oligarquía separatista».

Por el PSOE, el diputado Lorenzo Cazorla exponía que las empresas suministradoras de energía deben «realizar inversiones» y en el caso de estos barrios, la Junta de Andalucía, gobernada por el PP, tiene la obligación de «vigilar y sancionar» los incumplimientos de estas empresas, en defensa de «los usuarios de buena fe».

Cazorla defendía que el Gobierno central cuenta con un plan nacional con 8.400 millones de euros para políticas de rehabilitación de vivienda y espacios urbanos, pero la Junta «demuestra que no tiene capacidad de gestionar» los fondos que se le conceden, como es el caso de los europeos, según sus palabras.

El tiroteo y las plantaciones

En el caso del PP, la diputada Sol Cruz-Guzmán argumentaba que la prioridad es solucionar «la falta de seguridad», porque «sin seguridad, no hay soluciones para el Polígono Sur ni para ninguno de estos barrios» desfavorecidos, lo que le llevaba a señalar el reciente tiroteo con «armas militares» en dicha barriada sevillana y el papel de los cultivos interiores de marihuana, con sus correspondientes acometidas ilegales a la red eléctrica, como clave de las interrupciones en el suministro de energía al saturar las redes de abastecimiento por su alto consumo.

Así, alertaba de que en Sevilla capital «faltan medio millar de policías nacionales», sin los cuales, según su opinión, esta proposición no de ley se limita a una mera «carta a los Reyes Magos», con lo que pedía al Gobierno central que instase al ministro de Interior, el socialista Fernando Grande-Marlaska, a que solucione dicho extremo.

La diputada de Podemos Martina Velarde alertaba por su parte de la «aporofobia y el clasismo de los medios y de algunos partidos» políticos, apostando por «mejorar los barrios y más derechos» en lugar de «pedir más policías», lo que le llevaba a avisar de que las interrupciones en el abastecimiento energético suponen «una vulneración de los Derechos Humanos».

Maribel Vaquero Montero, del PNV, mostraba la oposición de su grupo a esta iniciativa, explicando que aunque es necesario «promover más medidas en todos los ámbitos» para mejorar estos barrios, ya rigen «acuerdos» entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, para promover políticas de regeneración urbana y de viviendas con cargo a fondos europeos, con lo que a su entender no había quedado concretado «qué mejora supondría» crear una ley específica para ello; tras lo cual el diputado Francisco Sierra precisaba que Sumar sólo admitía la enmienda del Grupo socialista.