Tres presentaciones en México del último libro de la FIM sobre Adolfo Sánchez Vázquez

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La recta final de agosto tendrá a Adolfo Sánchez Vázquez como protagonista en los circuitos académicos mexicanos. Dicha semana tendrán lugar tres presentaciones del libro Adolfo Sánchez Vázquez. Filosofía, estética y política para una lectura marxista de nuestro tiempo (Tirant lo Blanc, 2023), coordinado por el profesor de la Universidad de Salamanca y ex diputado de IU en las Cortes de Castilla y León José Sarrión Andaluz y por el profesor de la Universidad de Sevilla y actualmente diputado de Congreso por Sumar Francisco Sierra Caballero, y editado por la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) y Transform! Europe.

La primera de estas presentaciones tendrá lugar el martes 22 de agosto en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En la misma participarán la profesora Diana Fuentes de la UNAM y el profesor Samuel Arriarán de la Universidad Pedagógica Nacional, junto a José Sarrión como co-coordinador de la obra. Tanto Fuentes como Arriarán fueron discípulos y colaboradores directos de Sánchez Vázquez y extensos conocedores de su obra. Samuel fue discípulo de Sánchez Vázquez y más tarde profesor adjunto de Sánchez Vázquez, conociendo a dicho autor de primera mano, mientras que Diana Fuentes fue discípula de Sánchez Vázquez entre finales de los 90 y principios de los 2000, representando una de las voces más autorizadas de la nueva generación de jóvenes marxistas mexicanos en torno a la obra de Adolfo, además de ser miembro del estimulante proyecto autogestivo El Común, revista autogestionaria de la izquierda mexicana. Tendrá lugar a las 18h (hora mexicana) en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

La segunda presentación, la única que tendrá emisión streaming, tendrá  lugar el jueves 24 de agosto en el prestigioso Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Junto de Gabriel Vargas Lozano (Cefilibe-UAM-Itzapalapa), Aurelia Valero Pie (IIFs-UNAM), Ambrosio Velasco (IIFs-UNAM), César de Rosas (PEA-IIFs, UNAM / Seminario de investigación sobre tecnología y filosofía hispanoamericana) y Astrid Dzul Hori (PEA-IIFs, UNAM / Seminario de investigación sobre tecnología y filosofía hispanoamericana), además del propio Sarrión. Se trata de una mesa de altura: el profesor de la UAM Vargas Lozano fue Presidente de la Asociación de Filosofía de México, además de amigo y colaborador de Adolfo Sánchez Vázquez y una de las voces más reconocidas del marxismo mexicano. El profesor de la UNAM Ambrosio Velasco fue coordinador de la Maestría y el Doctorado en Filosofía de la Ciencia y, de 2001 a 2009, director de la Facultad de Filosofía y Letras, así como autor de una larga trayectoria intelectual. César de Rosas, joven profesor de la UNAM, es el Coordinador de la Cátedra Extraordinaria Maestros del Exilio Español de 1939, así como Coordinador académico del Seminario de Investigación sobre tecnología y filosofía hispanoamericana, y muy destacado representante de una nueva generación mexicana de investigadores del exilio español y el marxismo. La profesora Aurelia Valero es una reconocida especialista en filosofía del exilio español de 1939, habiendo dedicado un admirable volumen de investigación en torno al también filósofo republicano exiliado José Gaos, además de ser miembro de la Red Internacional de Estudios sobre el Exilio Filosófico Español (RIEFE) o la Red de Investigadores de Teoría y Metodología de la Historia, entre otras. Dicho evento podrá seguirse en directo a las 19 h. (hora española, 11 h. hora mexicana) el jueves 24 de agosto, en el canal de Youtube del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM: https://www.youtube.com/@FilosoficasUnam

La tercera presentación tendrá lugar en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y contará con la participación de José Ramón Fabelo Corzo y Jorge Daniel Alcántara León, ambos profesores de dicha universidad, junto a José Sarrión. Fabelo Corzo, además de profesor en la BUAP, es Investigador Titular del Instituto de Filosofía de la Habana y dos veces Premio Nacional de la Crítica Científico-Técnica en Cuba (1991 y 2005), premio de la Academia de Ciencias de Cuba (2003) y Orden Carlos J. Finlay del Consejo de Estado de la República de Cuba (2010), así como fundador, director e integrante del consejo académico y editorial de la Colección La Fuente. El profesor Dr. Jorge Daniel Alcántara León es Director del Programa de Estudios Universitarios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), con una larga trayectoria docente e investigadora en dicha universidad. La actividad tendrá lugar el viernes 25 de agosto a las 13h (hora mexicana), en el Auditorio Luis Villoro (Casa del Pueblo, Av. Juan de Palafox y Mendoza, 410). Organizado por la Colección La Fuente y la Maestría en Estética y Arte de la BUAP.

El periodismo que cuenta

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A lo largo de una productiva vida creativa, uno puede tener el privilegio de compartir conversación y conocimiento con prodigiosos intelectuales, académicos brillantes, talentosos y dedicados docentes, fascinantes escritores y, en ocasiones, a veces, en excepcionales ocasiones, si tienes suerte, uno puede encontrarse, más allá, en el Olimpo de Sócrates, maestros excepcionales. Aquellos que, de forma natural, a lo Curro Romero, por verónicas, comparten el saber sobre la praxis, dando pases a la vida, sin miedo torero, iluminando los recovecos de lo cotidiano entre letras heridas.

Este es el caso de mi amigo y sin embargo colega Antonio López Hidalgo, un referente que ha formado legiones de periodistas, dentro y fuera de las aulas de la Facultad de Comunicación de Sevilla. Magisterio que se fragua, como todo aprendizaje socrático, a fuego lento, leyendo y aprendiendo de los grandes, como el gran Gabo, doblemente protagonista de Acerca del mundo, editado por Fénix Editora (Sevilla, 2021).

En palabras de la profesora Luisa Aramburu, que hace un exhaustivo análisis de la vida y obra del autor, estamos ante “un virtuoso de la escritura que ha hecho de la pluma un instrumento fabuloso para contar buenas historias, tanto como para recrear la vida”. Y en ello, como reconoce María Jesús Casals, catedrática de Periodismo, López Hidalgo es bueno, excelente, tanto en lo que hace, como en lo que escribe, pregunta o dice.

Aunque no quiera reconocerlo, no sería buen narrador sin su capacidad de relato oral, de miles de anécdotas que los amigos compartimos a diario. Ello solo es posible por la disciplina, la misma que le llevó a mantener el blog El Radar, escribiendo con un método y rigor espartanos, combinando el placer de contar con el gusto inagotable de la lectura. No sé en qué orden podríamos clasificar ambas pasiones. Intuyo que más la segunda, aunque en verdad nadie que ame leer, puede dejar de escribir, contar o pensar en relatos. Es como respirar: una función natural, o naturalizada.

Y López Hidalgo bien sabe de eso. Por eso logra aproximarnos el mundo que late, una suerte de cuaderno de bitácora de España, una radiografía, con registro versátil, escrito con el arte curtido de lector voraz y creatividad desbordante, fruto de una imaginación fecunda, alimentada entre líneas de los mejores escritores del mundo, y por la atenta escucha en bares, barrios y tabernas, al cabo de la calle que diríamos. Pues, bien lo sabemos, sin escucha activa nadie puede ser un buen periodista.

Sin el principio humanista de que nada de lo humano me es ajeno, un articulista no puede ejercer bien el oficio. Antonio López los ha cultivado desde joven, con su tata, y ya como académico releyendo a José María Carretero o arriesgando la pluma al filo de la vida en El Correo de Andalucía. De Diario Córdoba y Antena 3 Radio en la capital de El Califa a El Correo de Andalucía o estos artículos, el periodista y escritor talentoso que es no cesa y ha ido depurando su poética o estilo fraguado en la belleza de la vida.

Ejemplo de creatividad es el dominio de la titulación, tema sobre el que escribiera un ensayo de referencia. En esta compilación de artículos, repasando el índice, podemos encontrar titulares como “España se ha quedado sin bragas”; “¿Atracamos o fundamos un banco?”; “La policía no escucha” o “Cada rabo con su cereza”.

Tanto en El Radar como en la serie Diario de un periodista cansado escrita para Andalucía Digital, el volumen es un rico ramillete de ingeniosos aportes, aceradas críticas y contundentes descripciones de la vida y de sus avatares. Del oxímoron a tropos del juego y del exceso, el maestro López Hidalgo logra que el lector ría, se conmueva, tienda a encabronarse o navegar por los ríos de la memoria y la melancolía, mostrando el envés de la vida del revés, del mundo invertido.

Un tiempo en el que, cito al autor, “los matrimonios se están modernizando a marchas forzadas”, y proliferan “epidemias que se contagian sin remisión posible, una de ellas la del pesimismo”, mientras en España la banca siempre gana gracias a un sistema hipotecario propio de Fernando VII a la espera de confiar en El Guerrero del Antifaz para luchar contra el rescate de Bankia cuando la infamia es el orden del dominio o, paradoja de las paradojas, el Sumo Pontífice nos descubre que los Reyes Magos vienen de Huelva confirmando, nos guiña el autor, que “la historia de las Sagradas Escrituras se parece a las investigaciones llevadas a cabo sobre el bandolerismo en Andalucía, que hablan de una banda que trabajaba en la sartén de Andalucía conocida como Los Siete Niños de Écija, que ni eran siete, ni eran niños, ni eran de Écija”. Hablamos, claro está, de un libro, en fin, contra incautos.

Un texto que recupera en forma de libro el pulso de la historia, lo que nos ha pasado, lo que el acertado analista observa y lo que hemos de pensar o suspender en el tiempo de forma reflexiva y con distancia para aprender de la experiencia acerca del mundo.

En sus páginas, si se sumergen, van a encontrar personalidades, personajes, paisajes de costumbres por escrutar o ver desde nuevos ángulos de visión, cultivando el arte del Periodismo y la Literatura, todo ello con una exquisita riqueza léxica y diversidad semántica fruto de la escritura de frontera y desborde que caracteriza su estilo para el quiebre del lector, toda una poética en la que siempre se dibuja una sonrisa de ternura, porque, como sabemos, es revolucionaria.

Por sus páginas pueden encontrar a Brecht, John Lennon y George Harrison, Dylan y Antonio Machín; Iñaki Gabilondo, Paco Roca y El Roto; Juan Goytisolo, el Papa Benedicto XVI, Cospedal, Al Capone, el PP y la monarquía, no necesariamente juntos, aunque se les supone; escritores de fuste como Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez o Sándor Marái; cantantes como Georges Moustaki, Ozzy Osbourne o Janis Joplin, entre Cicerón, Sábato, Trostky e, inevitablemente, Ramón Mercader, Leila Guerreiro, Elena Poniatowska y el gran Gabo, además de Juan Cruz o Vargas Llosa; líderes políticos como Mandela, Gadafi o Gandhi.

En fin, la lista es interminable, como sus amigos, que aparecen en sus páginas, desde Serrato a su fiel escudero de aventuras periodísticas, Miguel Ángel León, sin olvidar a Jes Jiménez Segura, María José Ufarte o el propio editor de Andalucía Digital, Juan Pablo Bellido.

Y paisajes, con sus paisanos figurados, de Montilla a Isla Mayor, de Sierra Morena a Pichincha, del Cotopaxi al Coto de Doñana. Espacios, curiosamente, no colonizados, reminiscencia de su querencia por el campo. Quizás porque López, como alguna de las autoras de su preferencia, sea un periodista salvaje, un lector pertinaz de la realidad, un articulista crítico, entre socarrón, irónico y melancólico. Pero no alejado de las preocupaciones profesionales.

En Acerca del mundo pueden encontrar agudas reflexiones, en términos de metaperiodismo, como cuando afirma que uno podría seguir una lista interminable de consideraciones, a propósito de Rajoy, aunque el espacio de Internet es un universo infinito y la capacidad lectora de los internautas, limitada.

“Así que, para que nadie lea y molestar con argumentos tan obvios y cifras tan claras en estos tiempos, tan turbios, mejor nos preguntamos qué hubiera pasado si el presidente del Gobierno hubiera evitado de otro modo el supuesto naufragio” mientras se ocultaba tras una pantalla de plasma.

O cuando defiende el oficio recordando que los periodistas, aunque parecieran una especie en extinción, colaboraron con su tinta y su sangre, con su compromiso y sus pleitos, como el que viviera el protagonista en la investigación de El sindicato clandestino de la Guardia Civil, a que este país fuese mejor, contra la lógica de todo Manual Inútil de Comunicación propia de los asesores del expresidente popular, empeñado en convocar “a los periodistas a ruedas de prensa sin preguntas; a ruedas de prensa sin respuestas; a ruedas de prensa sin preguntas y sin respuestas; a ruedas de prensa con pantalla de plasma (…); a ruedas de prensa de él pero sin él; a vetar las cámaras de televisión en los mítines electorales; a difundir videocomunicados y a transmitir discursos por circuitos cerrados de televisión”.

Un tiempo, en fin, de cerco al periodismo que el autor no deja de denunciar vindicando, desde el compromiso, como en su ensayo contra la precariedad de los informadores, el derecho a la información y la autonomía periodística.

No podía ser de otra manera. A lo largo de su obra, Antonio López Hidalgo ha sido constante, como en este libro de artículos. Su voluntad de desplegar una escritura irónica hilvanada con la potencia de la imaginación para reír, para soñar, para gozar y deleitarse, para vivir, en suma, porque el periodismo como la literatura, no es una metáfora, es pura vida: principio, esperanza…

Y Antonio López nos lo recuerda en su retrato de las entretelas de la experiencia vital. Al fin y al cabo, es lo que corresponde a un senequista, a un humanista cordobés de Montilla. Lean el libro y verán. O, en caso contrario –consejo de López–, busquen un amante que les despiste por un instante de la realidad.

Reseña del libro «Las complejas relaciones entre Estados Unidos y América Latina» de Carlos Midence por Francisco Sierra Caballero

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El orden del discurso de la postverdad es propio del negacionismo: negación de la prueba y evidencia empírica, del reino de la razón contra la barbarie, de la vida contra el fascismo de los buitres de Wall Street y los escuadrones de la muerte al servicio del orden global.

Por ello, del mismo modo que el dicho la bolsa o la vida nos sitúa ante la contradicción de la afirmación de la existencia real y concreta contra la lógica especulativa del capital, confrontar hoy la historia real con las prácticas manipuladoras del modelo de propaganda, si como decía Debord, y hoy replica Bifo, la cultura videogame, en esta era del disimulo y la mímesis estéril de la representación como dominio, es propia de una lógica imperial cuyo principal resultado es la imposición de una cultura sedada, impávida y amedrentada, que nos convierte en ilotas o esclavos de la maquinaria de guerra del capital.

Sabemos que el pensamiento, como el deseo, es, por definición, una práctica arriesgada; pero solo asumiendo este riesgo, la humanidad podrá caminar por las alamedas de la libertad de los bienes comunes en tiempos de falsificaciones y construcción del sentido a lo Trump. En otras palabras, la primera condición para un análisis a conciencia de los hechos noticiosos objeto de los relatos informativos requiere situar en su debido contexto los acontecimientos recientes, identificando los antecedentes y raíces fundamentales del conflicto. Si uno efectúa este sencillo ejercicio de reflexión intelectual, lo primero que llama poderosamente la atención es cómo la historia de nuevo se repite. De Suharto a Mobutu, de Pinochet a Fujimori, de Somoza a Duvalier, la exportación USA del terrorismo de Estado vuelve a reeditar viejas fórmulas de guerra psicológica adquiridas durante la II Guerra Mundial. Claro que, en esta ocasión, la justificación de la guerra por razones de seguridad y defensa de la democracia americana tiene lugar en un delicado momento de recesión económica y crisis de hegemonía imperial, sólo comparable a los últimos años de la administración Carter. Destaco precisamente este período por las concomitancias que cabe reconocer entre ambos escenarios políticos, marcados entre otros factores por la crisis de liderazgo presidencial, la depresión económica, el auge de los movimientos antiimperialistas y el cuestionamiento del poder e intereses estratégicos de EE.UU. en el mundo. Si añadimos además a esta descripción panorámica las fuertes tensiones y cambios socioeconómicos como resultado de las luchas sociales acumuladas, podemos observar interesantes coincidencias históricas como ilustra Carlos Midence, de la independencia de Estados Unidos y el mito de la frontera del Oeste a capítulos recientes como el golpe blando en Brasil o Nicaragua. Hablamos de hitos de 1847, 1848, 1853 hasta 1948 y la expansión imperialista de Estados Unidos tras la segunda guerra mundial.

Este libro es una útil caja de herramientas justamente porque desmonta, desde el giro decolonial, los numerosos dispositivos del imperialismo estadounidense. La dimensión de la colonialidad del discurso de la violencia simbólica es el eje que ilustra cada mecanismo de control, de la ley a la prensa, del periodismo criminal a la OEA y el FMI, de la cultura Disney al imaginario del milagro americano o, como criticara Bolíviar Echeverría, el americanismo como matriz cultural de dominio.

Ilustra para ello el autor tal lógica en tres bloques fundamentales a lo largo de la obra:

“1. La retórica imperial/colonial que le ha valido para justificar con revestimiento de falsa academia, con el aval de diversidad de centros, fundaciones, universidades, las acciones lesivas emprendidas contra otras naciones con el objetivo de dominarlas o desposeerlas.” (Midence, 2020, p.13)

“2. Los hitos históricos y socio-simbólicos de su política interior y exterior que hizo posible que las elites estructuraran el imperio.” (Midence, 2020, p.14)

«3. Las complejas relaciones entre este país y Nuestra América en particular Centroamérica y el que consideramos el paradigma de país agredido: Nicaragua sobre el que el autor es, por razones obvias, un académico reconocido con un dominio contrastado y objeto de publicación en anteriores obras en la misma línea que la que reseñamos».

En cada uno de estos bloques temáticos, se constata una de las hipótesis apuntada: la lógica del encubrimiento mediante la aplicación sistemática de lo que denomina retórica imperial/colonial desplegada para justificar; validar y encubrir los verdaderos propósitos imperiales/coloniales ampliamente documentados de Lenin y Rosa Luxemburgo a Noam Chosmky, de la teoría de la dependencia latinoamericana a la escuela de colonial, de Edward Said y Enrique Dussel a Aníbal Quijano y el propio autor. Una historia que otros hemos documentado como ideo política al describir la guerra psicológica de Estados Unidos en América Latina.

En tiempos de la guerra híbrida, la reconstrucción del epistemicidio del mundo al revés del softpower exige poner en cuarentena la colonialidad del saber que nos invade, definiendo lo bueno y lo malo en forma de dispositivos incluso procedimentales, si pensamos en el lawfare.

Para garantizar la eficacia de los mismos los relatos – científicos, políticos o informativos. – tienden a recurrir a nueve lógicas:

  • El universalismo
  • El excepcionalismo
  • La diferencia: imperial, colonial y cultural, cada una aplicada según las circunstancias o los propios sujetos a quienes se les endilga para legitimar la subalternización o dependencia por medio de la manipulación del uso de la razón.
  • El salvacionismo occidental construido dentro de un marco dicotomizado que oscila entre iluminados y sujetos a los que hay que iluminar: civilización/tradición, modernidad/atraso.
  • El paternalismo en forma de apoyo, ayuda, asistencia, cooperación
  • La subalternización con la minusvaloración cultural, epistémica y de las formas de organización de las culturas no-europeas según una subalternización determinada por una epistemología localizada.
  • La instrumentalización: Lo que occidente ha llamado institucionalismo o neo-institucionalismo ha determinado una especie de complejidad corporativa que le ha facilitado un grado excesivo de participación del poder imperial/colonial.
  • Mistificación, naturalización
  • El binarismo que ha promovido una construcción socio-cultural “que categoriza las actividades, comportamientos, emociones, pensamiento y conocimiento de los pueblos, clasificándolos en civilizado/bárbaro, democrático/autoritario, moderno/atrasado, desarrollado/subdesarrollado/envías de desarrollo.” (Midence, 2020, p.54-60).

Ya Mattelart ilustró en La comunicación-mundo la conexión de la antropometría y el sistema de control de la información, la psicología de las multitudes y la sociología de masas en la comunicación que tendría su fase de mayor proyección con Reagan y antes con Kennedy y la Alianza para el Progreso en lo que podemos denominar como corografía del dominio, desde Thomas Jefferson y Andrew Jackson a Roosevelt y Kissinger, conforme a lo que Enrique Dussel denomina EGO CONQUIRO, una lógica que conecta los cuáqueros y la mitología religiosa con los telepredicadores que financiaron la contra nicaraguense y hoy el Tea Party y la extrema derecha fascista en Estados Unidos. En este escenario y continuidad del hilo rojo de la historia, conviene centrarse en la maquinaria mediática-ideológica-cultural que desglosa el libro y explica en buena medida la llamada guerra cultural característica de los tiempos de la estrategia de golpe blando propia de la guerra híbrida. El territorio de ABYA YALA bien sabe de esta lógica desplegada en la cartografía y la simbología del dominio extremo como sabemos por Erick Williams a propósito de la conexión entre imperialismo, capitalismo y esclavitud en la geofagia imperante.

La génesis de la Cultura WASP, del anglosajonismo racializante que está en la base, como VOX, del discurso FAMILIA, TRADICIÓN Y PROPIEDAD, como MORAL MAJORITY, es por todos conocidos pero no siempre la lectura se ha parado a cuestionar las raíces del eurocentrismo como problema político y cultural. Este libro lo hace, y con criterio al deconstruir el “calvinismo, en el iluminismo y darwinismo de la época (como vectores ideológicos de este proceso). Expresiones como la ciudad en una colina o la proclama de John Sullivan, , nos revelan la adhesión a un conjunto de valores que representan un doble ejercicio político, tanto identitario como inmunitario.” (Midence, 2020, p.127). En palabras del autor, “la llamada expansión imperial por el oeste estadounidense la comprendemos, en lo que concierne al desarrollo de este sistema imperial/colonial, como el origen del llamado Destino Manifiesto/racialista.” (Midence, 2020, p.143). Este es el marco de determinación que explica la realidad, a la luz de la praxis, de pasajes como el de la familia ASTOR, el primer millonario mediático que construyó su imperio con la especulación, el latrocinio y la corrupción. Algo similar a los Vanderbilt, los Rockefeller o los Bush que no tuvieron escrúpulos en enriquecerse sobre la base del “ventajismo, tráfico, esclavitud, fomento de la desigualdad, desposesión, exterminio, fomento de las guerras, entre tantos otros oprobiosos mecanismos” (Midence, 2020, p.161). La historia y el relato de los medios, caso de la guerra de Cuba, abundan sin embargo en la espiral el disimulo, en la elipsis del encubrimiento que haga posible el espolio cuando en realidad procedimientos como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Alianza para el Progreso, el asesoramiento a las fuerzas de seguridad vienen replicando la represión, el asesinato, la tortura y las desapariciones a través del Plan Cóndor, el Plan Colombia, el Plan Puebla-Panamá o la Iniciativa Mérida.

La necropolítica contrasta en este sentido con la política de la seducción y cooptación en la medida que se naturaliza la violencia estructural y sistemática de Colombia a Haití.

Hay dos tesis, para terminar que resultan de interés en el libro. La primera es la centralidad histórica de Centroamérica conforme a la estrategia estadounidense de seguridad (teoría realista del perímetro) y el Sistema de alarma temprana complementaria de la jerarquía de espacios de influencia en el hemisferio occidental. Y la segunda, la importancia de las Ciencias Sociales, en nuestro caso la Comunicología, en la producción de esta máquina devastadora porque es necesario construir la realidad y cuando no, dominarla, controlarla, igualmente controlar a quienes se desplacen en ella, bien sean sus propios ciudadanos o los pueblos a quienes se pretenden desposeer.” (Midence, 2020, p.312). Sabemos que Estados Unidos usó “todo su potencial movilizando a Hollywood, a las casas de discos, a las principales editoriales, creando The Voice of América, auspiciando la difusión de exposiciones” (Midence, 2020, p.321) o The Reader DIGEST como parte de lo que se daría en llamar la cuarta dimensión de la diplomacia pública.

Hoy que, en palabras del autor, se está gestando una nueva geografía estratégica y que el mundo de comienzos del siglo XXI tiene su foco central en la cuenca del índico, desde el Golfo Pérsico hasta el mar de la China Meridional, con Oriente próximo y Medio, Asia central y China incluidos, deconstruir estos dispositivos de dominio y los actuales conflictos como la guerra contra el pueblo de Palestina se torna urgente. Un deber político y moral ahora que los estrategas del Pentágono andan leyendo La caída del imperio Romano de Edward GIbon. Y del que como este libro tenemos siempre antecedentes y aprendizajes en la historia: de Bolívar a Martí, de Alfaro a Zapata, y, cómo no, del obstinado comandante Sandino a Fidel. Las lecciones históricas y económico-políticas de este libro así lo demuestran, empezando por observar los límites de la propia matriz colonial que está en el origen no solo de la devastadora política aplicada en el hemisferio occidental sino las propias servidumbres que tal modelo ha impuesto a la población nativa de los propios Estados Unidos de América. Solo por ello el texto es una lectura imprescindible y potencialmente liberadora de lecturas y alternativas de resistencia que conviene empezar a explorar.

Midence, C. (2020). Las complejas relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Madrid, España: Grupo Editorial Sial Pigmalión. S. L.

Democracia inconclusa: Movimientos sociales, esfera pública y redes digitales

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Las distintas prácticas de tecnopolítica que emergen desde la acción colectiva son herramientas ciudadanas útiles en la reconstrucción del imaginario político colectivo, siempre y cuando estén alineadas a potenciar las capacidades de los individuos, y su proceso de apropiación se caracterice por ser parte de una exigencia legítima de autonomía, justicia y libertad.

En esa línea, los ensayos que componen esta obra abordan diferentes estrategias cívicas, acciones colectivas y prácticas culturales que hacen de la democracia no solo un procedimiento, sino un espacio radical de lucha y resistencia para ampliar horizontes de participación de una ciudadanía activa. Los movimientos, prácticas de ciudadanía participativas y políticas de emancipación que aquí se discuten, buscan construir solidaridades subalternas que se contraponen a dinámicas instrumentales determinantes del mundo social, para enfocarse en su lugar a formas de agencia que argumentativamente se enfrentan al poder para la obtención de derechos y atribuciones.

Por tanto, pese a los retrocesos, la desesperante lentitud en la apertura de mayores libertades, y la complejidad de desmantelar la normalización de falsas conciencias, los capítulos que comprenden esta obra elaboran una serie de posiciones y experiencias críticas ante nuestras democracias inconclusas, inacabadas, y que, no obstante, deben ser siempre eso: proyectos en progreso que se mantengan abiertos a la inclusión de la alteridad, la pluralidad de ideas y la diversidad.

El Jesús Hermida acoge la presentación del libro ‘Marxismo y comunicación’

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El centro de la Comunicación Jesús Hermida, acogerá el próximo día 21 de mayo a las 18.30 horas la presentación del libro ‘Marxismo y Comunicación. Teoría Crítica de la Mediación Social’. En el acto, el autor del libro, profesor adscrito al departamento de Periodismo de la Universidad de Sevilla, estará acompañado por el exportavoz de IU en el Parlamento Andaluz, Antonio Maíllo, el presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva, Juan F. Caballero y la activista María Gadea.

‘Marxismo y Comunicación. Teoría Crítica de la Mediación Social’ ofrece al público las líneas maestras de fuerza que sistematizan algunos de los principales aportes de la visión materialista para ir sentando las bases de desarrollo del pensamiento emancipador en comunicación desde la tradición marxista.

El ensayo, además de rendir tributo al sabio de Tréveris, ha sido escrito con la intención de aportar al lector elementos básicos para una necesaria crítica materialista de la mediación social y alumbrar una evidencia inexcusable en tiempos de libre comercio: la dimensión política de toda mediación cognitiva. En palabras de Douglas Kellner, la Política y la Economía, como matriz de abordaje de la Comunicación, significa que la producción y distribución de la cultura tiene lugar en un sistema económico particular, en una forma de producción y reproducción social específica que no puede ni debe ser eludida si algún sentido tiene la ciencia desde el punto de vista social (Kellner, 1997).

La conexión entre los aspectos culturales y comunicativos, los tecnológicos y económicos, y los político-informativos y tecno-estéticos que están en la base del modelo de análisis marxista puede en este sentido, cuando menos, definir un marco lógico de comprensión global. Fruto de la interrelación existente entre los diferentes niveles de acción, este marco resulta revelador tanto de los problemas de orden práctico, como la lógica desinformativa de la posverdad, como de aspectos sustantivos de los modelos de representación ideológica presentes en la práctica teórica contemporánea. Más allá y más acá de Marx, la revisión de los aportes seleccionados a lo largo del libro pueden contribuir a despejar cierto desdibujamiento que sobre la teoría marxista han querido proyectar culturalistas o funcionalistas reciclados al identificar la teoría crítica con el modelo economicista de la vulgata al uso sobre las teorías del control social frente a la compleja lectura propia de un pensamiento relacional que tiende a pensar la realización de la lógica del valor y el fetichismo de la mercancía desde una definición materialista consustancial a toda mediación social.

La presente obra constituye un acto político y de naturaleza reflexiva, en la medida que trata de situar los aportes fundamentales de la tradición crítica en el nuevo marco de relaciones que se deben pensar contra corriente, dando sentido a la realidad más allá de la razón sedentaria. El autor persigue la idea matriz y original de deconstruir las formas contemporáneas de dominio del poder simbólico desde la recuperación de una tradición negada que debe y puede ser leída en nuestro tiempo a contrapelo de la historia.