Democracia inconclusa: Movimientos sociales, esfera pública y redes digitales

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Las distintas prácticas de tecnopolítica que emergen desde la acción colectiva son herramientas ciudadanas útiles en la reconstrucción del imaginario político colectivo, siempre y cuando estén alineadas a potenciar las capacidades de los individuos, y su proceso de apropiación se caracterice por ser parte de una exigencia legítima de autonomía, justicia y libertad.

En esa línea, los ensayos que componen esta obra abordan diferentes estrategias cívicas, acciones colectivas y prácticas culturales que hacen de la democracia no solo un procedimiento, sino un espacio radical de lucha y resistencia para ampliar horizontes de participación de una ciudadanía activa. Los movimientos, prácticas de ciudadanía participativas y políticas de emancipación que aquí se discuten, buscan construir solidaridades subalternas que se contraponen a dinámicas instrumentales determinantes del mundo social, para enfocarse en su lugar a formas de agencia que argumentativamente se enfrentan al poder para la obtención de derechos y atribuciones.

Por tanto, pese a los retrocesos, la desesperante lentitud en la apertura de mayores libertades, y la complejidad de desmantelar la normalización de falsas conciencias, los capítulos que comprenden esta obra elaboran una serie de posiciones y experiencias críticas ante nuestras democracias inconclusas, inacabadas, y que, no obstante, deben ser siempre eso: proyectos en progreso que se mantengan abiertos a la inclusión de la alteridad, la pluralidad de ideas y la diversidad.

Democracia digital. De las tecnologías de representación a la expresión ciudadana

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Democracia Digital pone encima de la mesa diferentes aspectos del debate que rodea a la idea de una democracia digital posible que supere los límites de los actuales sistemas de representación y decisión que articulan a las sociedades contemporáneas y limitan las capacidades de progreso de éstas.

De este modo, frente al discurso dominante de la racionalidad instrumental, cualquier acercamiento a esta cuestión no puede ser puramente técnico, sino que ha de pronunciarse sobre las distintas nociones o modelos de sociedad desde un punto de vista político e ideológico.

La tecnología es versátil y puede servir a distintos fines, por lo que han de valorarse la utilidad o los riesgos de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) respecto a modelos concretos de democracia, y no respecto a una idea vaga y difusa de democracia que algunos politólogos quieren homologar objetivamente eludiendo confrontar cómo se materializan las lógicas emergentes de expresión y proyección ciudadanas.

Así, Democracia Digital aborda una reflexión crítica desde el paradigma de la Economía Política sobre los escenarios abiertos por las tecnologías digitales en torno a la idea de democracia y a su materialización práctica según tres ejes temáticos claramente definidos:

  • Oportunidades y riesgos para la democracia abiertos por las NTIC.
  • Exposición y valoración crítica de experiencias y prácticas de aplicación de estas tecnologías en procesos de toma de decisiones democráticas.
  • El uso activista de las NTIC en los movimientos sociales y su protagonismo como agentes activos de los procesos de democratización.

Democracia y Oclocracia

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La cultura red es el imperio de la instantaneidad. No se es si no se está. La captura del tiempo es la condición de la existencia, convertida en estancia o imagen efímera de la figuración. El problema es que, como advierte Remedios Zafra, la cultura digital impone una cultura del entretenimiento y la indiferencia, una suerte de hipnosis de la ignorancia inducida. Vamos, que nos quieren derivar, los del IBEX35, de la democracia a una suerte de oclocracia teledirigida.

Quizás por ello, Trump anda empeñado en avivar la guerra tecnológica con el cierre de WeChat y TikTok. La censura previa, como ven, existe. Los apologetas de la desintermediación en la era digital se quedaron ya sin razones para justificar el ordoliberalismo.

Y es que los que más pregonan el libre mercado –de Thatcher a Wilbur Ross, secretario de Comercio de EEUU– son los primeros en aplicar medidas de control y correctivas. Ya nos lo explicó Ed. Hermann y Chomsky en Los guardianes de la libertad: allí donde la lógica de dominio simbólico del capital no alcanza, llega la razón de la fuerza en forma de discurso de la seguridad nacional. ¿Recuerdan a Assange ? Pues eso.

Sin comentarios de los adláteres de la libertad de información en tiempos de represión y control de los canales de intercambio de contenidos mientras se refuerza la alianza de Estados Unidos con estados criminales como Israel, Colombia o Arabia Saudita.

Como advirtiera Foucault, a propósito del panóptico, vivimos, en la tardomodernidad, una fenomenología de formas ampliadas de dominación que exige del pensamiento crítico una lectura anticapitalista sobre las representaciones recibidas frente a la lógica del terror y la servidumbre.

Más aún cuando la proliferación de cámaras de videovigilancia en las escuelas –de Estados Unidos a China; de Francia a España, México o Brasil– da cuenta de una cultura securitaria que ha relegado, literalmente, toda cautela y protección de las libertades públicas fundamentales en democracia.

La política de la supervisión y control, el proceso de extensión de monitoreo tecnológico es, con la intensificación de la pandemia, el envés de la era de la hipervisibilidad y la iconofagia. El Centro Nacional de Estadística en la Educación de EEUU registra así más del 90 por ciento de los institutos con sistemas de videovigilancia y, en algunos casos, con micrófonos programados para detectar anomalías o comportamientos subjetivos alterados (estrés, ira, miedo) en una fase más, otra vuelta de tuerca, del algoritarismo propio del sistema de perfilado. Ríanse de Minority Report.

El Machine Learning Algorithm es la frontera de la inteligencia artificial llamada a proveer de suculentas plusvalías a las empresas de seguridad, hoy en auge en todo el planeta y liderada por Estados Unidos e Israel. Este sector de negocio representa en Estados Unidos en torno a los 3.000 millones de dólares.

Mientras tanto, dice el bueno de Zuckerberg que Facebook, él y sus amigos –léase– está dispuesto a pagar la tasa Google si la aprueba la OCDE. Este debe ser de la banda de Rajoy y nos ha tomado, literalmente, por pendejos. En una operación más de escabullirse ante los tímidos si no disimulados reclamos de Bruselas, no deja de resultar irrisorio, o propio de una función de sainete, este capítulo del capitalismo de plataformas.

¿Consentirá la vicepresidenta Vera Jurova seguir con esta situación prolongada de virtual monopolio y evasión de impuestos que tanto daña a la industria cultural europea? ¿O de verdad el Eurogrupo impondrá obligaciones en serio a los GAFAM?

Me temo que habrá de ser la sociedad civil la que reclame justicia y derechos en las calles mientras tales emporios se apropian de nuestros datos personales, concentran los desarrollos de robótica e inteligencia artificial e, incluso, conspiran con el Departamento de Estado no solo contra las democracia y gobiernos del cono sur, sino contra los propios funcionarios europeos, tal y como ilustrara el caso Echelon.

Que la entente Casa Blanca/Pentágono/GAFAM funciona a carta cabal lo ilustra el caso Huawei y la guerra contra TiKToK, una aplicación de casi 70.000 millones de euros con un posicionamiento estratégico en las nuevas generaciones y una proyección que sitúa a China, con el 5G, a la vanguardia tecnológica del capitalismo de plataformas. Un modelo de organización de la comunicación que, pese al discurso y promesa de autonomía, se basa en la centralización y monopolio del intercambio, pese a los apologetas de la sociedad digital.

Por ello, llama poderosamente la atención las reservas del secretario de Estado, Mike Pompeo, frente a compañías de origen chino, considerando la histórica posición oligopólica de los GAFAM en los mercados internacionales.

Pero no es el único caso de atentado a las libertades. Mientras en Francia la ley AVIA legaliza la censura extrajudicial de Internet, sentando las bases de un nuevo modelo del capitalismo informacional que, por principio, niega la alternativa de una regulación democrática con participación de la sociedad civil en favor del modelo panóptico de videoviglancia, la deriva del desarrollo de la cultura red sigue la estela del gobierno Trump y la Cloud Act (2018) imponiendo como norma una libertad de información administrada por el mercado y los emporios digitales y el Estado, con nulas garantías civiles para la ciudadanía.

Ahora, la alternativa a la siliconización estadounidense no pasa por la hegemonía emergente de Pekín. Irónicamente, en el paso de Amazon a Alibaba, cabe pensar dónde están los cuarenta ladrones del relato de las mil y una noches, más considerando que el ejecutivo que lidera esta compañía ha sido parte de la cúpula de Walt Disney. Cosas veredes, amigo Sancho, que ni Polibio entendería.

Big Data

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Publicado por Mundo Obrero

Enero 2018

Bienvenidos a la era de la Ciberguerra. Tiempo hace que las redes son objeto de disputa con el despliegue bélico de la política por otros medios. A veces de forma virulenta, y no hablamos de la dialéctica propia de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, como insiste en contar El País, sino más bien como cabe analizar en la guerra silenciosa entre la Casa Blanca y Pekín. En esta y otros conflictos difusos, se constata que la galaxia Internet es la era del Big Data y del Poder de Comando Informacional. Un tiempo marcado por la lucha o disputa por el código que afecta al conflicto en Cataluña tanto como a los golpes mediáticos a lo largo y ancho de América Latina. De ello ya hemos dado buena cuenta más que detallada en el libro La Guerra de la Información (CIESPAL.Quito 2017). Continue reading «Big Data»

Finanzas, información y democracia. Una crítica económico-­política de la mediación espectacular de la crisis

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finanzas informacion y democracia francisco sierraAutor: Francisco SIERRA CABALLERO.
Año: 2013
En: Pensar desde abajo
Páginas: 41-76
Número de Páginas: 25
ISSN: 2253-9735.
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Comunicación, globalización y democracia. Crítica de la Economía Política de la Comunicación y la Cultura

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comunicacion globalizacion y democraciaAutores: Fernando QUIRÓS FERNÁNDEZ y Francisco SIERRA CABALLERO.
Editorial: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.
País: España.
Año: 2002.
Número de páginas: 280.
ISBN: 978-84-932251-1-7.
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